Danzando por los apus
Muchas veces oí hablar de ellos, de sus proezas y misterios. De las giras que daban por el mundo, maravillando a todos aquellos que tienen la fortuna de verlos celebrando a los apus con su danza ancestral y fantástica.

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Ese domingo tuve suerte. Presumo que una fuerza permitió que me aventurara a ir solo a su encuentro. Y no fue en vano. Confirmé el por qué años atrás o para ser exactos el 10 de noviembre del 2010 la UNESCO declaró a la Danza de las Tijeras, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Y ahí entre inmensos cerros me esperaban, los danzaq. Con su Atipanakuy (desafíos). Con aquel mágico tintinear y relampaguear de los aceros y la belleza de sus trajes impecables y coloridos. Y pensé que esa tarde los Apus seguramente, estaban felices.
ACERO. Llamados hembra y macho, su contacto continuo da un sonido característico que se acopla a las tonadas del arpa y el violín.
DE CABEZA. Las tonadas viajan en el viento mientras QORI SISICHA aplaude con los pies.
CUARENTA AÑOS DESPUÉS
Rómulo Huamani es QORI SISICHA (Hormiguita de oro) y esa tarde celebró a lo grande sus cuarenta años de danzaq de Ayacucho. Y para ello invitó a un digno rival. Damián de la Cruz CCARCCARIA (Incestuoso) de Huancavelica. Próximo a retirarse definitivamente. Ellos bajo ese sol danzaron en contacto con la tierra y el viento. Desafiando por instantes con sus movimientos a la gravedad. Tuve suerte. Uno cumplía 40 años de danzaq y su rival de siempre, lo pude ver antes de que se retire. Ahora todo esta ahí en mi memoria. Y en estas fotos que comparto, como un humilde homenaje a aquellos danzaq jóvenes y mayores que estuvieron ahí, un domingo. Cuando la magia iluminó, en cada tonada.
PRUEBA DE VALOR. Durante tres minutos ambos danzantes, se azotaron como prueba de valor.
QORI SISICHA. Conocido y respetado. Conocedor de secretos ocultos. Muestra con elegancia su danza.
PASOS. A veces uno se sorprende de lo flexibles que pueden llegar a ser los pies de un danzaq.
Texto y fotos: Javier Quispe